Posada El Jardin De Angela, Santander (ES) - Ofertas y Reseñas

Parece que estoy en un orfanato, más que en un hotel. Además, el café en el desayuno es más aguado que un río. ¿No habría sido un detalle ofrecer un pequeño upgrade como compensación? ¡Casi escribo una buena review, pero no pude!

El jardín de la posada es simplemente encantador, ideal para relajarse después de un día explorando Santander.

El aislamiento acústico en las habitaciones es deficiente, se oye el ruido de las demás estancias y el crujir del suelo.

El jardín es un lugar encantador.

El jardín es un lugar encantador para relajarse.

La habitación con vista al mar proporciona una vista impresionante, perfecta para disfrutar de una mañana tranquila. También, la cercanía con el centro de Santander, aunque se necesita coche, resulta práctica para quienes quieren explorar la ciudad fácilmente.

El aislamiento acústico deja mucho que desear. el crujir del suelo y el ruido de la bomba de agua son constantes, haciendo que la noche sea un desafío. Además, el desayuno es bastante simple, limitado a pan de molde y zumo no natural, lo que decepcionará a quienes busquen opciones más elaboradas. La limpieza también necesita atención, ya que se encontraron pelos en el baño y el suelo sin barrer. Por último, la falta de transporte público cercano complica el acceso al centro.

La habitación era cómoda y limpia, ideal para descansar. El edificio tiene mucho encanto y el jardín es perfecto para relajarse después de un día ajetreado.

El desayuno era tan simple que casi prefería un café en la calle.

Tuve una experiencia agradable en la Posada El Jardín de Ángela. La habitación era cómoda y, aunque el desayuno podría ser más variado, el café estaba bien. El jardín es espectacular para relajarse después de un día explorando la ciudad. Sin duda, una opción a considerar.

la habitación espaciosa y el baño espectacular sorprenden

estilo encantador, ubicación tranquila

ruido de pasos

Ay, la comida en Santander es de otro mundo! Probé las tortitas americanas en Casa Aida, y saben a gloria. Además, el jardín de la posada me ha dejado flipando, perfecto para desconectar después de un día de exploración. No puedo olvidar mencionar el desayuno, aunque algo básico, el café fue un buen acompañante para darle energía al día.

Pero ojo, la habitación fue un horno. enseguida me quedé acalorado sin aire acondicionado y tampoco había WiFi, un poco cutre. La realidad es que el ruido durante la noche me sacó de quicio, pero la belleza de Santander siempre pone todo en perspectiva.

Me alojé en la Posada El Jardín de Ángela y, aunque disfruté de algunos aspectos positivos, también encontré varias áreas de mejora. La habitación tenía un estilo acogedor y rústico, que realmente me gustó. La limpieza era bastante básica y echaba en falta una aspiradora debido a la arena en el suelo. El baño tenía un olor extraño a cañerías, lo cual fue incómodo durante mi estancia. Además, el sitio no cuenta con aire acondicionado, lo que puede ser un problema en días calurosos. El desayuno era muy limitado. solo ofrecían una tostada y café. Aun así, el ambiente era agradable y el jardín exterior estaba bien cuidado, perfecto para relajarse. La ubicación está a 15 minutos en coche del centro, así que resulta un poco complicado si no tienes transporte. En general, si buscas un lugar tranquilo y acogedor, puede valer la pena, pero hay que tener en cuenta estos inconvenientes.

Encantadora estancia con pequeñas mejoras

Disfrutamos de un ambiente acogedor y tranquilo. La habitación, aunque no era perfecta, tenía su encanto. El jardín es un lugar ideal para relajarse. Recomiendo llevar su propio aire acondicionado portátil para los días calurosos y explorar los restaurantes cercanos para una cena deliciosa.

El alojamiento era encantador, con una decoración rústica muy cuidada. Las instalaciones estaban limpias y el desayuno tradicional era delicioso, con tostadas y café a buen precio. Perfecto para relajarse, el jardín exterior estaba bien cuidado y había restaurantes cercanos para disfrutar de una buena cena.

La habitación tenía un ligero olor a desagüe.